A veces, los síntomas de la FQ empeoran o usted puede observar síntomas nuevos. Esto podría ser una exacerbación o agudización pulmonar, que podría requerir tratamientos adicionales. Llame a su centro de cuidado de la FQ, si considera que usted o su hijo tiene una exacerbación pulmonar, para iniciar de inmediato el tratamiento y disminuir el daño pulmonar.
Cualquiera de los siguientes síntomas puede indicar una exacerbación pulmonar:
- Más tos y/o sibilancias
- Congestión del pecho
- Más moco (esputo, flemas)
- Cambios en el color del esputo (amarillo oscuro o verde)
- Cansancio, menos energía
- Menor capacidad para ejercitarse
- Pérdida de peso o poco apetito
- A veces, moco con rayas de sangre (siempre comuníquele a su profesional de cuidado de la FQ si aparece sangre en el moco)
- A veces hay fiebre
Las exacerbaciones pulmonares se tratan con antibióticos, más limpieza de las vías respiratorias y una buena nutrición. Los antibióticos pueden administrarse por vía oral (por la boca) o por vía intravenosa (por una vena), conocida como IV. Los antibióticos orales son líquidos, tabletas o cápsulas que se tragan. Para las exacerbaciones pulmonares leves, se usan antibióticos orales. Estas funcionan contra muchas bacterias, pero no siempre funcionan contra las Pseudomonas.
Los antibióticos IV a menudo son necesarios para las exacerbaciones pulmonares en la FQ. Los antibióticos IV son soluciones con antibióticos que se introducen a la sangre a través de un tubo pequeño, llamado catéter IV. Es necesario usarlos cuando no funcionan los antibióticos orales o si la causa de la infección es una bacteria que solo es sensible a un antibiótico IV.
Las personas con exacerbaciones pulmonares que necesitan antibióticos IV generalmente ingresan al hospital, en donde reciben toda la atención que necesitan. A veces, si pueden tener los cuidados adicionales de limpieza de vías respiratorias y nutrición en el hogar, pueden terminar los antibióticos IV en su casa.